Fundado en octubre de 2022, BST Performance se ha consolidado en muy poco tiempo como uno de los talleres más singulares y prometedores de Salamanca. Al frente están Adrián Bustos y Silvia, una pareja joven —él a punto de cumplir 32 años y ella 31— que ha convertido su afición por el automóvil en un proyecto profesional con una identidad muy clara: técnica, criterio y honestidad por delante de cualquier moda.

Adrián, procedente del sector del transporte, decidió dar un giro a su vida al convertirse en padre. Con experiencia previa preparando sus propios coches y tras una etapa intensa de formación y especialización, abrió el taller. Silvia, por su parte, llegó sin trayectoria mecánica, pero se fue integrando desde la electrónica y las reprogramaciones hasta dominar la mecánica diaria, aprendiendo en equipo y “manchándose las manos” desde el primer día. Hoy el taller cuenta ya con dos compañeros más y funciona como un servicio integral especializado en vehículos del Grupo Volkswagen (VAG) y BMW, aunque atienden todo tipo de marcas.

Una forma de trabajar con tres reglas innegociables

BST Performance se distingue por tres límites autoimpuestos que definen su manera de entender la mecánica: no improvisar, no usar al cliente como banco de pruebas y no prometer cosas que el coche no debe llevar. Su especialidad abarca desde diagnósticos electrónicos y reprogramaciones hasta reconstrucción de motores y mecánica compleja. Eso sí, por ahora han decidido no entrar en cajas automáticas.

Gran parte de su clientela llega buscando solución a problemas que otros no han sabido resolver. No es tanto por imagen de “taller de preparaciones”, sino por reputación: destacan por hacer diagnóstico fino antes de hablar de cambios de motor o reparaciones costosas. El patrón suele repetirse: escuchar al cliente, desmontar, medir, verificar y explicar con claridad qué ocurre realmente.

Especialistas en “casos imposibles”

Su método se refleja en ejemplos que ya corren de boca en boca. Un Volvo C30 llegó desde Toledo con diagnóstico de “motor roto”. Tras revisar, detectaron que el fallo estaba en el turbo: trabajaron compresiones, revisaron bielas, solucionaron engrase, cambiaron aceite y el coche volvió a casa perfecto… y de paso, potenciado.

Otro caso relevante fue un Alfa Romeo con supuesto fallo de presión de aceite. En otros talleres la respuesta era la misma: motor nuevo. En BST desmontaron la parte baja y comprobaron que no había daños; el origen era eléctrico, provocado por una caída de voltaje. Reparación justa, sin piezas innecesarias, y coche listo. Primero se arregla; luego, si procede, se mejora. Esa filosofía genera confianza y fidelidad.

Competición como laboratorio real

BST no solo trabaja en el elevador: también compite en el Campeonato de España de Aceleración (drag). Adrián corre con un Volkswagen Golf II de 1985 que ronda los 400 CV y alcanza cerca de 600 con óxido nitroso. El proyecto está evolucionando a tracción total para ganar transmisión en pista. Para ellos, competir no es solo pasión: es un banco de pruebas continuo que refuerza la cultura técnica del taller. Defienden que no hay potencia segura sin frenos, suspensión y chasis adecuados, mensaje que trasladan a todo cliente que busca mejorar prestaciones.

Equilibrio entre flotas, mantenimiento y proyectos especiales

Además de trabajos complejos, BST mantiene una línea estable de flotas y mantenimiento periódico. Ese equilibrio entre lo cotidiano y lo extraordinario permite sostener la actividad, planificar mejor y reducir presión en el calendario. En la práctica, confirma algo importante: BST es un taller completo. La especialización atrae clientes; el servicio integral los retiene.

Socio de confianza Nexus Auto: Auto Recambios Salamanca

Dentro del ecosistema Nexus Auto, BST cuenta con un partner clave: Auto Recambios Salamanca, socio de Grupo Serca en la zona. Su gerente, Raúl Ramos, destaca que buscaban un taller con un enfoque diferente: no solo “subir caballos”, sino hacerlo con cabeza, reforzando seguridad y empezando siempre por la mecánica. En BST encontraron esa filosofía y un equipo que prueba y valida antes de recomendar una marca o una pieza.

La relación se ha traducido en flujo ágil de recambio, integración de procesos y papel de taller de referencia para flotas en Salamanca ciudad. Esa coordinación mejora tiempos, precisión y calidad del servicio final al cliente.

Un futuro con ambición… sin perder la esencia

BST Performance mira al futuro con objetivos claros: crecer en espacio y procesos, manteniendo la misma filosofía. Su identidad está construida sobre una promesa sencilla pero poderosa: “aquí no se engaña a nadie”. Y precisamente por esa coherencia técnica, transparencia y capacidad real de resolver problemas, todo apunta a que este taller seguirá ganando peso dentro de la red Nexus Auto.

Desde Salamanca, BST Performance ya es un ejemplo de cómo se puede crecer rápido haciendo las cosas bien: con pasión, con método y con honestidad.